Un total de 7,583 mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y febrero de 2023, lo que equivale a 30 víctimas al mes y una cada 24 horas, informó este miércoles el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
Del total de mujeres asesinadas en el período de análisis, 375 casos se registraron entre 2022 y 2023, según cifras reveladas por el organismo de derechos humanos, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
En los primeros dos meses de 2023 se reportan en el país centroamericano la muerte violenta de 75 mujeres, y el 30 % de ellas tenían entre 30 y los 59 años, añadió.
El 95 % de los casos de asesinato de mujeres está impunes en Honduras por falta de investigación y otras causas, precisó el organismo de derechos humanos.
La titular del Conadeh, Blanca Izaguirre, pidió al Estado hondureño «avanzar de manera diligente e imparcial» en las investigaciones para identificar y sancionar a los responsables de hechos de violencia, homicidios y feminicidios en el país.
Además, priorizar el apoyo para la elaboración y revisión de políticas y planes nacionales de prevención y respuesta temprana y expedita a la violencia contra las mujeres.
Izaguirre recomendó a las autoridades mejorar la respuesta del sector salud a la violencia contra las mujeres y las niñas, y proporcionar atención integral a los familiares de las víctimas de violencia.
“El Estado hondureño debe cumplir con el deber impuesto por la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer”, subrayó.
Destacó la importancia de «garantizar la investigación y recopilación de estadísticas e información pertinente sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra la mujer, con el fin de evaluar la eficacia de las medidas para prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la mujer y de formular y aplicar los cambios que sean necesarios”.
La violencia contra la mujer constituye «una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer en el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades», señaló Izaguirre.
Además, es una «ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres», acotó la defensora del pueblo hondureño.
