Descubren seis nuevas especies y un nuevo género de esponjas vítreas en las profundidas marinas de la costa de Nueva Zelanda

Descubren seis nuevas especies y un nuevo género de esponjas vítreas en las profundidas marinas de la costa de Nueva Zelanda

A pesar de que el océano ocupa cerca de tres cuartas partes de la Tierra, las profundidades marinas continúan siendo uno de los lugares más inexplorados de nuestro planeta, por lo que la gran variedad de organismos que ahí habitan continúa estando, en su mayoría, sin documentar y permanece desconocida para la ciencia.

En este contexto, un equipo internacional de investigadores ha hecho una importante contribución al descubrir seis nuevas especies de esponjas vítreas (‘Hexactinellida’), incluido un género hasta ahora desconocido, durante una expedición realizada en las profundidades marinas de la costa de Nueva Zelanda, informó la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (Alemania).

Con ayuda del ROV Kiel 6000, un vehículo submarino operado de forma remota, los científicos lograron recuperar del lecho oceánico más de 200 especímenes de esponjas marinas a una profundidad de hasta 4.800 metros, durante una expedición de 31 días realizada en 2017 a bordo del buque de investigación RV Sonne SO254, como parte del Proyecto PoribacNewZ de la Universidad de Oldenburg, también en Alemania.

Tras conducir una serie de estudios morfológicos y filogenéticos, los investigadores fueron capaces de identificar seis nuevas especies de esponjas vítreas de la familia ‘Rossellidae’, dos de las cuales pertenecen a un género endémico de ‘Hexactinellida’ que no había sido descrito, que recibió el nombre de ‘Nubes’. Además, fueron identificadas dos especies conocidas que no se habían encontrado antes en las aguas de Nueva Zelanda, detallan los académicos en su investigación publicada el pasado viernes en la revista ZooKeys.

Las nuevas especies, (‘Bathydorus poculum’, ‘Scyphidium variospinosum’, ‘Caulophacus serpens’, ‘Caulophacus ramosus’, ‘Nubes tubulata’ y ‘Nubes poculiformis’) se caracterizan, como todas las esponjas vítreas, por su esqueleto mineral compuesto por espículas silíceas de seis radios que se cruzan en ángulo recto, conocidas como hexactinas, rasgo que le da nombre a la clase taxonómica a la que pertenecen. Los ejemplares más antiguos  de esta clase de esponjas aparecen por primera vez en el registro fósil del Cámbrico temprano, hace unos 535 millones de años.

«La expedición fue un gran éxito [..] los hallazgos casi duplican el número de especies de la familia de esponjas ‘Rossellidae’ encontradas frente a Nueva Zelanda [y] reveló que las profundidades marinas [neozelandesas] son considerablemente más ricas en especies de lo que se conocía hasta ahora», señaló Gert Worheide, coautor de la publicación.

Asimismo, los investigadores esperan que sus hallazgos proporcionen una nueva serie de datos y valiosa información que coadyuve en la protección de los ecosistemas abisales de las actividades mineras y de la pesca en aguas profundas.

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