Sin aprobar la nueva Ley Electoral, después que viviéramos una hecatombe social por las revueltas ocasionadas por los mismos políticos. Juegan tanto con los intereses de los votantes que no se sabe cuál es la tardanza o la intención de políticos engarrapatados en el poder que no quieren dar tregua a otros que lo piden. Las elecciones del 2017 debió enseñarnos todos los argumentos negativos, sería el espejo catalizador para tomar decisiones. Preguntarle al pueblo en consulta popular llevaría tiempo, esfuerzo y dinero lo cual significa que no sería posible para este año, ni para el 2021, quedando la puerta abierta para seguir en el mismo tema. El sector nacionalista del Congreso Nacional arguye que para llegar a la segunda vuelta se le debe consultar al pueblo y con una mayoría amplia se debe aprobar en el hemiciclo legislativo.
Ahondaremos en el tema, fueron los parlamentarios que le dieron el visto bueno al Consejo Nacional Electoral, CNE, luego que desapareciera el Tribunal Supremo Electoral, quedando a la cabeza Rixi Moncada del partido Libertad y Refundación, la secretaria por Ana Pola Hall de filiación liberal y en la vocalía Kevin Aguirre nacionalista. Este último mantiene la línea partidaria de la consulta popular y la aprobación desde el parlamento para la segunda vuelta y reelección, un camino largo y tortuoso, sin embargo, la presidenta y la secretaria dan el voto favorable a este nuevo proceso que iría en la nueva Ley Electoral. Allí se sienta el debate y el tiempo perdido en donde los organismos internacionales con toda la voluntad han pretendido ayudar a buscar una salida para evitar confrontaciones de hondureños. Los candidatos estarán expuesto al escrutinio del pueblo y deben producir según la simpatía más de la mitad en la segunda vuelta. Países cavernícolas se transformaron en un balotaje justo, donde el proceso eleccionario se convierte cada año en una verdadera fiesta cívica, sin temor a las antiguas prácticas que violentan ese deseo de cada cuatro años. Por los vientos que soplan, Moncada y Hall abren la discusión e incomodan al presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva y el ala nacionalista. ¿Será posible que priven los intereses de seguir en la vieja práctica teniendo de espejo la convulsión y atraso?, en el reciente pasado. Allí se va escribiendo la historia política de Honduras, estaremos expectantes de lo que viene, lo justo y categórico es que el pueblo elija a sus autoridades, eso debe primar hoy y siempre. EDITORIAL.
