La elecciones internas un examen democratico de rigor para los institutos políticos de Honduras

Llegó la hora de preseleccionar al mejor candidato para la presidencia de Honduras, no sin antes pasar por la prueba de fuego, la simpatía en su mismo instituto político y la aceptación por más de seis millones de habitantes inscritos en el padrón electoral.

Desde ya, no vemos muchas caras nuevas en la conformación de cuadros, los mismos de siempre quieren seguir en la eterna carrera política sin darle la oportunidad a otros presumiendo de un mejor conocimiento en la contienda y que el “gallo viejo con el ala mata”, dichos populares que no contrastan con el fin democrático.

Pero hay otra circunstancia, hay poca participación activa de ciudadanos en cargos de elección popular, creen que de nada sirve porque el alto mando está tomado desde las altas cúpulas partidarias y no desean ser relleno, ni comulgan con los principios del candidato.

Hasta cierto punto, eso es natural, pues, es una libre competencia y parezca o no, la democracia entre partido debe ser un ejercicio sano en aras de la paz nacional. El partido Nacional, Liberal, Libre son los máximos exponentes en la contienda interna, sin menospreciar a los pequeños, sin embargo la membrecía se debe alimentar con propuestas claras y contundentes.

Hay analistas que indican que entre más partido exista la democracia se ve robustecida, pero la realidad es otra, hay políticos que han encontrado un modus vivendi creando partidos de maletín generando costos para el Estado. Pero bien, desde ya se siente una atmósfera eleccionaria, esto da un respiro y esperemos que impere el respeto y el buen juicio.