Por falta de una educación agrícola adecuada, transferencia de tecnología lenta y como si fuera poco, hacemos de un proceso rápido, tortuoso es como una ciencia de lo absurda. La crisis del café es una alerta que se origina en el mercado internacional mediante los bajos precios por un aumento a la producción o mejor calidad en otra latitud.
Son retos que se contrastan en la realidad de 103 mil productores del aromatizante a nivel nacional, de este número el 18% son mujeres el resto son hombres según el Instituto Hondureño del Café, IHCAFE, en un análisis del 2018. La sobreproducción genera pérdidas cuantiosas y crea una burbuja especulativa en el precio y exportaciones, esta situación lleva a la inestabilidad social en países generadores de materia prima. En los cafetines europeos una taza de café se compra a un valor de 4 euros (L.104), en los Estados Unidos 7 dólares (172.20), según los rangos gustativos del cliente.
Es allí una asimetría de mercado, mientras producir no tenga un valor por ende vendrá la pobreza en los hombres y mujeres que se dedican a este rubro. Es más que evidente que hay que diversificar la agricultura, volverse más interesados en producir el oro verde. Originario de América se cultiva en México según registros desde el año 1500 a.C, como también en Perú.
El horticultor Rudolph Gustav Hass de origen estadounidense patenta en 1935 la variedad de aguacate que lleva su apellido. Esta planta podría transformar las fincas y las expectativas del productor de café. Aunque prive el escepticismo, para el caficultor no tienen de otra que reinventarse y buscar otras alternativas que lleven mallor seguridad alimentaria y mercados accesibles. Países como Colombia, Chile, México, Estados Unidos son los principales exportadores en américa el resto se encuentran entre paises bajos europeos áfrica y Nueva Zelanda. La SAG apuesta a la producción de este fruto con un importante apoyo de la República China-Taiwán mediante la generación de semillas para el cultivo para el 2022 de 4 mil hectáreas. A buena hora, esto sería un espaldarazo a la producción nacional, no es fácil despegarse de la idea del café, pero no tenemos de otra.
