Comayagua Lv.- En las fincas de café con mayor extensión, por lo general ocupan de 50 a 200 trabajadores: pero el lugar de trabajo, donde se corta y extrae el café no implica mayores riesgos para el contagio del coronavirus, sino las viviendas; allí las personas duermen hacinadas en una sola habitación.
Es allí donde se requiere colaboración de los productores, porque la Comisión Permanente de Contingencias,COPECO, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, SINAGER, Salud Pública y la Alcaldía, carecen de personal para andar supervisando si cumplen o no las medidas de bioseguridad en las zonas cafetaleras. Por eso, “hay un compromiso de capacitación a los productores y la entrega de kits con insumos a fin de proteger a los corteros”, explicó Miranda.
Por su parte, autoridades de salud solicitaron un millón de lempiras ante las autoridades locales, dadas las necesidades para continuar atendiendo pacientes en centros de salud y los triajes que trabajan de lunes a viernes, los equipos de respuesta van de casa en casa, detectando casos de infectados que son remitidos a los lugares de estabilización cuando ameritan. “Cabe recordar que el virus está entre nosotros y puede propagarse con facilidad al no utilizar de forma correcta las medidas de bioseguridad”, aconsejó la directora de la Red Municipal de Salud, Merly Cortés. Asimismo, destacó que ampliarán el horario de atenciones y gestiones de recursos para atender el sector cafetalero.
Es obligatorio lavarse las manos, utilizar gel, mascarillas y el distanciamiento humano; pero según autoridades de salud se debe hacer con disciplina y responsabilidad, a fin de detener el rebrote; recomendaron mayor observación durante las movilizaciones masivas de la semana morazánica.
El gerente regional del Instituto Hondureño del Café, IHCAFE, Ruben Nuñez, habló de integrar dirigentes gremiales, autoridades locales, funcionarios de salud y organizarse para hacer llegar las ayudas a las comunidades productoras del grano de oro. El propósito es garantizar una protección adecuada de los trabajadores y caficultores al momento de trasladar a los corteros y de igual manera el lugar de ubicación, donde tendrán que convivir durante la temporada de cosecha.
Martín Zavala/Periodista
