Un tribunal de Tel Aviv ha condenado a la cadena de supermercados israelí Shufersal a pagar a una mujer trans 10.000 dólares después de que una vendedora de la empresa se dirigiera repetidamente a ella usando pronombres masculinos.
El incidente tuvo lugar en agosto de 2018 en una farmacia actualmente propiedad de la cadena, donde la clienta, Isabel Rash, insistió en que se dirigieran a ella como mujer al momento de ser atendida por una farmacéutica, quien, sin embargo, siguió utilizando pronombres masculinos después de su petición.
Una transcripción del diálogo grabado entre ambas muestra que Rash pidió a la vendedora que se refiera a ella como una mujer, cuando la empleada le contestó que sabía que era un hombre «por su voz». Aunque el gerente de la farmacia se puso de parte de Isabel, la farmacéutica se negó a escucharlo y continuó referiéndose a la clienta como un hombre.
Los abogados de Rash sostuvieron ante el tribunal que la insistencia de la farmacéutica constituyó una difamación, acoso sexual e invasión de la privacidad, así como también vulneró su derecho a la autodeterminación y al respeto.
Si bien la empresa alegó que la farmaceútica solo se había referido a la clienta por su sexo biológico, lo que no constituía ninguna difamación, el tribunal desechó estos argumentos, señalando que Rash vestía ropas de mujer y utilizaba un lenguaje femenino para referirse a sí misma.
«Isabel no dejó lugar a dudas sobre su deseo de ser tratada como mujer, así como tampoco el daño experimentado por la insistencia de la farmacéutica en dirigirse a ella como hombre», señala el veredicto, que ordenó a la compañía pagar a la demandante alrededor de 10.000 de dólares en concepto de compensación y gastos legales.
