Durante 94 años Honduras no tuvo Himno Nacional. Desde la Independencia, en 1821, hasta 1915 los himnos que se utilizaron fueron: La Granadera, El Himno Marcial, Un Salva Hondureño (de autor desconocido), Himno Nacional (Valentín Durón); en tiempos de Medina «Marcha a Gerardo Barrios» del autor belga Coussin y el Himno Hondureño.
En 1904, cuando llegó al poder el general Manuel Bonilla a finales de septiembre, no existía aún un Himno Nacional reconocido y fue en ese preciso momento en que un grupo de distinguidos intelectuales presentó al presidente la propuesta para la creación de la letra de nuestro Himno Nacional.
En la Revista del Archivo y Biblioteca Nacional se publicaron los trabajos presentados por diversos poetas, que parecen estar sujetos, de manera flexible, a ciertas estipulaciones para llenar los requisitos especiales que se les pedía: un poema que pudiera representar y ser símbolo nacional del pueblo de Honduras.
Entre esos intelectuales que participaron estuvieron Valentín Durón, Santos B. Tercero, Jerónimo Reyna, Juan Ramón Molina, Alfonso Guillén Zelaya y Augusto C. Coello, quien fue el ganador.
La mayor parte de las propuestas de poemas se centraban en temáticas como la independencia de Honduras y de su pueblo.
La letra
El poema de Augusto C. Coello cumplió con los requisitos, ya que alaba los símbolos nacionales, habla de nuestra Historia de tres siglos de sufrimiento y hace un homenaje a la identidad hondureña.
Dos símbolos nacionales fueron de especial inspiración para la creación de la letra del Himno Nacional: la Bandera y el Escudo Nacional, decretados en el año de 1866 durante el Gobierno de José María Medina.
Por ejemplo, un fragmento del himno dice: «Y se ven en su fondo sagrado, cinco estrellas de pálido azul». En ello podemos ver la variabilidad que ha tenido el tono del azul en la bandera a lo largo del tiempo, pues para la época en que se escribió el himno aún no se había establecido el azul turquesa como color oficial de nuestra bandera, sino casi medio siglo después. Anteriormente se utilizaban también los colores azul celeste y zafiro.
Sobre el Escudo Nacional, el himno describe «…de un volcán tras la cima desnuda, hay un astro de nítida luz». En el decreto de oficialización del Escudo Nacional, emitido en 1866, se hace la aclaración de que «El Escudo de armas nacional será el que actualmente se usa; con solo la diferencia de llevar un sol poniente, en vez del gorro frigio que hoy contiene»[1].
El 13 de noviembre de 1915, bajo decreto No. 42 el presidente de la República, doctor Alberto Membreño, dio vida oficial al Himno Nacional, siendo ministro de Educación en esa época el doctor Rómulo E. Durón. Se cantó por primera vez en Tegucigalpa en la escuela «Guadalupe Reyes», el 15 de septiembre de 1915. La ejecución de dicho tema en actos especiales fue a partir de 1917.
El Himno Nacional está compuesto de un coro y siete estrofas que relatan eventos históricos por los cuales atravesó Honduras. Dada su extensión, durante el mandato del presidente Miguel Paz Barahona, el entonces ministro Presentación Centeno dispuso que los alumnos de educación primaria, secundaria y normal solo cantaran el coro y la séptima estrofa.
En su estructura moderna (métrica, ritmo y rima) el Himno Nacional de Honduras tiene muchos más rasgos románticos que modernistas; el tipo de versos y métrica son decasílabos y son precisamente los más utilizados por los modernistas.
El Himno Nacional es además monorrítmico; es de señalar también la presencia de la rima, manteniendo en toda su extensión la misma combinación de rimas asonantes, consonantes y versos libres con predominio de rimas consonantes; en cuanto al verso, su estructura es por su cantidad de sílabas decasílabo.
La música
La creación de la música del Himno Nacional estuvo a cargo del músico Carlos Hartling. Hartling nació en la ciudad de Schlotheim, en Alemania, el 2 de septiembre de 1869. El 27 de junio de 1896 viajó a Tegucigalpa al ser contratado por el doctor Policarpo Bonilla para ser maestro de música y maestro de bandas, comenzando el 23 de septiembre del mismo año. Hizo su primera presentación en un concierto en el Parque Morazán.
El presidente y general Manuel Bonilla había encargado a un grupo de poetas la redacción del himno de Honduras y del concurso quedó como ganador el poema «Canto a Honduras» o «Canto a mi patria» y a Carlos Hartling se le pidieron los arreglos musicales; escribió la música del poema en 1903, y así surgió el actual Himno Nacional. Sin embargo, cabe resaltar que anteriormente este había escrito las partituras del himno, sin embargo, aún no se contaba con la letra del mismo.
Aspectos importantes
- HISTORICO: de la primera a la sexta estrofas nos habla de acontecimientos ocurridos desde la época prehispánica hasta nuestros días.
- PATRIOTICO: Por su séptima y última estrofas.
- ARTISTICO: Por su letra y música. En la letra nos encontramos con un bello poema y en la música con una extraordinaria obra musical.